الأحد، 18 نوفمبر 2012

Fátima


Fátima

Historia de la realidad diaria en la meseta egipcia desde 1955 hasta nuestros días

Abir Suleyman

Al-Uddaysat 1959

Soy Fátima…, hermana de Sálem…, tengo 15 años. Mi tragedia empezó cuando me encontré con Altaf, la ex mujer de mi hermano, por el pasaje cubierto a la entrada de Al-Uddaysat. Me dirigía a casa de mi amiga Mariam en Shaq an-Nasara y me encontré con Altaf que, llorando, me contó lo que mi hermano le había hecho. Se había divorciado de ella hacía una semana, y era éste el primer caso de divorcio que se conocía en nuestro pueblo. El divorcio es todavía un gran tabú en la sociedad de la meseta egipcia; aunque sea lícito según la Sharia (ley islámica) es de las cosas más odiadas por Dios. Altaf se había convertido en el tema de conversación de la gente del pueblo y despertó mi compasión, la abracé y sequé sus lágrimas. Altaf me pidió que la acompañase a casa de su padre ya que sus ojos llorosos no le permitían encontrar sola el camino. Acepté inmediatamente ya que parecía que le faltaban las fuerzas. Al llegar delante de su casa, y cuando ya me despedía, Altaf cayó desmayada al suelo y yo grité con todas mis fuerzas para atraer a la gente del interior de la casa. Entonces salió el jeque Mahmud con su esposa (los padres de Altaf) y la llevamos al interior, los ayudé a ponerla sobre la cama. En ese instante Altaf abrió los ojos y levantó su ceja derecha dibujando una sonrisa irónica con sus labios, miró al jeque Mahmud que cerró la puerta de la habitación y empezó a quitarme la ropa. Mientras, Altaf me cogió entre sus brazos intentando desnudarme…apenas recuerdo lo que pasó después.



Yo soy Mariam, amiga de Fátima, compartimos el mismo día de cumpleaños. Este acontecimiento unió a nuestras familias. Habíamos crecido juntas y habíamos compartido todo: los juegos, la ropa, la comida, los intereses; sólo nos separaban los domingos, porque yo soy cristiana y Fátima musulmana. Yo iba con mi familia cada domingo a la iglesia del Monasterio de los Santos (Deir- al-Qiddisin) en la montaña Jebel Attaud, en la parte este de la ciudad de Al-Aqsar, adonde van los cristianos coptos de 14 pueblos vecinos con más de 1.300 familias cristianas. Solo teníamos el monasterio de Los Santos como lugar para rezar y así más de 8.000 coptos andábamos varios kilómetros para reunirnos, bautizar a los niños, casar a los hijos y recordar a los muertos. Fátima y yo, durante nuestra infancia soñábamos con una iglesia en Al-Uddaysat para no separarnos cada domingo.



Yo soy Sálem, nací en 1938 en una familia pobre de la meseta egipcia. Pasé mi infancia y mi juventud en Al-Uddaysat con mi padre, mi madre y mi única hermana, Fátima, cinco años menor que yo. Adoro a esta niña, ella es para mí la fuente de la vida, me basta con ver su amable sonrisa para que las desgracias del mundo sean más leves. Mi madre era quien mandaba en casa, como la mayoría de las mujeres en la meseta, mientras que la presencia de mi padre era honoraria. Sin embargo, delante de la gente, mi madre se empeñaba en simular que era mi padre quien tenía la palabra y tomaba las decisiones. Soy el único en mi familia con una educación, decidí desde pequeño seguir un aprendizaje y me incorporé a la universidad de Al-Azhar; así, emigré a El Cairo, aunque pasaba mis vacaciones anuales con la familia en Al-Uddaysat, donde se encuentra mi primer amor, Mariam, la sobrina de Malak, desde la infancia amiga mía y de Fátima. A pesar de que los cristianos vivían en una zona especial del pueblo llamada Darb an-Nasara o Shaq an-Nasara (el camino de los cristianos) las casas del pueblo, en cualquier zona, siempre estaban abiertas para todos. De pequeños subíamos a jugar a la rayuela a la entrada de Darb an-Nasara, una calle estrecha de seis metros de ancho, aproximadamente. Desde entonces el amor de Mariam está arraigado en mi alma aunque nunca me he atrevido a confesarlo ni a mí mismo, pues Mariam es copta y yo musulmán y nadie aceptará este amor prohibido.
Cuando tenía 17 años y durante mis vacaciones conocí a Altaf, una chica joven y guapa de la meseta, no sé qué es lo que me pasó cuando la miré a los ojos, me invadió una fuerte sensación que no pude explicar y enseguida acudí a mi madre para que me casara con ella. En aquel entonces la edad para casarse en la meseta eran los 14 años.
Me sorprendió la negativa de mi madre; me dijo que ella no rechazaba la idea de que me casase, pero que no le gustaba su familia y no añadió una letra más, se opuso a ello con obstinación y silencio. Pero como yo soy hijo de mi madre, heredé la terquedad y la insistencia y decidí casarme con Altaf. Ojalá hubiera escuchado el consejo de mi madre, pues mi matrimonio fue el principio de la tragedia de mi hermana Fátima.



Yo soy Altaf, esposa de Sálem e hija del jeque Mahmud; mi padre no era jeque en el sentido pleno de la palabra ya que no estudió el islam, pero le dieron el apodo de jeque porque se hizo famoso con la magia que hacía no sólo en Al-Uddaysat, sino en toda la meseta egipcia. Acudían las multitudes para hacer hechizos y especialmente para el ritual de «atar a los hombres», sortilegio al cual recurren algunas mujeres para vengarse de sus maridos cuando se casan con otras mujeres. Esta «atadura» es la única manera para hacer que el marido sea sexualmente incapaz excepto con la mujer que encarga el hechizo y es posiblemente por este trabajo que la madre de Sálem se opuso a nuestra boda.
Yo admiraba a Sálem pero era inalcanzable ya que era el único universitario de Al-Uddaysat y no me atrevía a soñar con casarme con él. Mi madre, que tenía mucha experiencia en estos asuntos de la vida y que entendía muy bien a los hombres, reconfortó mi corazón y supe que mi padre hizo un hechizo para que Sálem se acercase a mí y se casara conmigo.
En el verano de 1955 mi madre me pidió que fuese al callejón cubierto, a la entrada del pueblo para comprar un poco de queroseno, que aquí conocemos como kas y sirve para iluminar la casa; en el camino de vuelta me encontré con Sálem, me puse nerviosa y se me cayó la botella de queroseno de la mano. Entonces Sálem se acercó a mí para ayudarme y posiblemente para intercambiar algunas palabras. Dos días después tocaron a la puerta de mi casa y ahí estaba Sálem pidiéndole mi mano a mi padre y exigiendo llevar a cabo la celebración del matrimonio antes de que se acabasen sus vacaciones. Supimos por él el rechazo de su familia a la boda, pero mi padre decidió no romper nuestros corazones. Me casé con Sálem en una habitación en casa de mi padre, y un año después Dios nos dio una niña muy guapa que Sálem insistió en llamar Fátima como su hermana aunque ojalá no lo hubiera hecho ya que le alcanzó la maldición de ese nombre.



Yo soy Fátima, hija de Sálem, me llamaron como a mi querida tía, a la que mi padre adora mientras que mi madre y mi abuela se dirigían a mí como «la innombrable». No es que tuvieran nada en contra de mi tía, pero sabía que no la querían, a causa del amor que le profesaba mi padre y porque representaba su amor hacia la familia que había rechazado la boda con mi madre y que mantenía amistad con Mariam, cuya relación con Sálem no había pasado desapercibida para mi madre. Yo solía ver a mi tía de vez en cuando, nos visitaba a escondidas para ver si estábamos bien, sobre todo durante los períodos en que mi padre se ausentaba por los estudios. Ahora tengo tres años, mi padre está en El Cairo, mi madre y mi abuela ocupadas con los trabajos de casa mientras que mi abuelo se está afeitando la barba. Pone un pequeño espejo delante de él y a un lado un vaso de agua tibia. Extiende un poco de jabón espeso sobre su barba y la masajea con los dedos mojados en un movimiento casi circular que produce mucha espuma. Luego la saca con una cuchilla oxidada que limpia una y otra vez en el vaso de agua. Observé a mi abuelo varias veces mientras practicaba esta operación de afeitarse, me molestaba aquel vaso tan transparente que contenía un líquido blanco enturbiado por los pelos de mi abuelo que flotaban en la superficie. Ahora me acercaré a probar esa bebida poderosa. ¿A qué sabrá?
Mi abuelo se levantó después de afeitarse para cambiarse de ropa y salir. Entonces cogí el vaso rápidamente y bebí todo su contenido hasta el final.



Me llamó mi mujer Altaf para comunicarme la muerte de nuestra hija Fátima, enseguida dejé mis estudios y vine rápido a Al-Uddaysat para enterrar a mi pequeña que no tenía más de tres años. Me llené de una tristeza amarga como la amargura de la tuera y dirigí mi enfado hacia mi mujer y su familia. Si no fuera por su negligencia en el cuidado de Fátima, ella no habría acabado así. Cada vez que miraba a Altaf veía a mi hija perdida en sus ojos. Mis sentimientos hacia ella habían muerto, puesto que por su culpa había perdido a mi familia, lo había perdido todo. Me enfadé más todavía con ella por lo que decía la gente de Al-Uddaysat, susurraban en secreto que yo era víctima de un hechizo del jeque Mahmud. Pero ya no quedaba nada que me atase a ella, los sentimientos murieron, se murió mi hija y me divorcié de Altaf y volví con mi madre para enterrar mi pena en sus brazos.



Yo soy Fátima, hermana de Sálem, abrí mis ojos poco a poco y me encontré tirada detrás en el callejón cubierta con ropa desgarrada. Lo último que recuerdo es la agresión del jeque Mahmud con la ayuda de su mujer y de su hija. Me deshonraron para vengarse de mi hermano porque se divorció de su hija, quisieron ensuciar la reputación de mi familia para que mi padre y mi hermano no puedan nunca más levantar sus cabezas en Al-Uddaysat. La gente se agrupó a mi alrededor, estaba casi desmayada, les oí exigiendo mi sangre, corrí con todas mis fuerzas para esconderme en casa de Mariam, mi amiga, en Darb an-Nasara, pero no encontré a nadie en la casa. Corrí hacia la iglesia de Al-Uddaysat que se había construido recientemente sin permiso. Llamé a la puerta de madera y me abrió Murkos, el guardia, que enseguida se percató de mi ropa rota y de mi estado, que revelaba mi desgracia, y a pesar de que a los musulmanes se les prohíbe cruzar la muralla de adobe que rodea la iglesia, me dejó entrar; era la primera vez que veía una iglesia por dentro. Murkos me hizo sentar sobre una de las sillas que se encuentran en el interior, directamente enfrente de la silla del sacerdote. Un pavimento cubría el suelo mientras que el techo eran unas tablas de madera, y frente a mí había 3 altares: el de la Virgen, el de Samuel y el del mártir Abu Sayfain, exactamente como me los había descrito Mariam y yo tenía grabado en mi imaginación. Vi a Mariam corriendo hacia mí y cuando me miró a los ojos me abrazó y lloró. Después de contarle lo sucedido me escondió en la sala destinada a los coptos en el patio de la iglesia, delante del edificio.

Yo soy Mahmud, algunos me llaman el charlatán y todos me llaman jeque Mahmud. Soy un hombre bendecido y no me preocupa el hecho de que no me quiera la gente de Al-Uddaysat, pero sí me interesa que me tengan miedo, que me teman todos o más concretamente que todo el mundo tome precauciones contra mi maldad y que crean que tengo contacto con el mundo de los genios y espíritus. Casé a mi hija con un chico sin trabajo ni ingresos, le ofrecí una habitación en mi casa durante cuatro años y me encargué de todos sus gastos y los de su mujer e hija, y el resultado fue que este despreciable se divorció de mi hija. El divorcio en la meseta es un escándalo. Mi hija adquirió el apodo de «divorciada»… ¡Qué vergüenza! ¡Esa cucaracha me deshonró, vengaré mi honor, vengaré mi imagen que se ha mancillado en Al-Uddaysat! ¡Deshonraré a su hermana! Sé que la quiere con locura, enterraré su cabeza en el barro y no me preocuparé por el resultado ya que la gente del pueblo me teme y se interesarán solamente por el deshonor que les traerá esa libertina inmoral, Fátima, que no supo conservar su honor.
Y Sálem no podrá comunicárselo al gobierno ya que los habitantes de la meseta tienen su propia ley y no dejan que la policía intervenga en asuntos personales y aunque lo hagan, lo negaré y aun más, declararé que fue ella quien me sedujo.


Cuando me enteré de lo que le pasó a mi hermana decidí abandonar mis estudios universitarios y volver para proteger a Fátima de aquel destino. Yo soy el culpable, si no fuera por mí no la hubieran violado. Si no estuviera lejos, no se encontraría ahora sola a merced de la gente de Al-Uddaysat que exige que corra su sangre. Si no fuera por mi matrimonio con Altaf... Fátima no hubiera sufrido tanto. Convencí a mi padre y a mi madre, que me dio la razón, de que yo era el único responsable que debía cargar con la culpa. Estaba determinado a vengar mi honor matando al jeque Mahmud, así que con todo lo que poseía compré una pistola y algunas balas y esperé a la entrada del pueblo para quitarle la vida como él le quitó a mi hermana lo más valioso que poseía y a mi familia su honor delante de la gente del pueblo. Me quedé horas esperando a que pasara ya que él solía acudir a rezar cinco veces diarias a la mezquita del pueblo, pero ese canalla esperaba mi reacción y se quedaba en casa con la puerta y las ventanas cerradas.
Me vio el sacerdote de la iglesia, supo mi intención y empezó a tranquilizarme diciendo: «Has perdido a tu hija, tu mujer y tus estudios, tu hermana ha perdido su virginidad y toda tu familia su honor. A tu hermana no la han matado, está viva gracias a tu presencia a su lado. ¿Quieres que te pierda para siempre cuando te encarcelen por matar a ese impostor? Levántate hijo y reza a Dios para que te guíe hacia el bien.


Después del consejo del sacerdote y de rezar, Sálem renunció a matar al jeque Mahmud y decidió abandonar Al-Uddaysat con su familia para siempre ya que no podían enfrentarse a la gente sin que él o su padre tuvieran que acabar con la vida de Fátima. Todos en el pueblo la veían como una prostituta y todos pedían su sangre y aunque la gente de Al-Uddaysat fingiera olvidarse de este asunto, ningún joven de la meseta querría casarse con Fátima en ese estado.
Emigraron a Qaná y Sálem no quiso continuar con sus estudios por no tener que abandonar a su familia. Pasaron muchos años durante los cuales Sálem trabajó como funcionario del gobierno y procuró con toda su energía hacer feliz a su familia y especialmente a la pequeña Fátima para compensarla por el daño sufrido.
En 1970 Sálem se casó con una mujer de la meseta, de Qaná, le contó su historia y ella acogió a Fátima y a sus padres, que ya eran muy mayores. Su mujer intentó encontrar un marido para Fátima pero a pesar de su gran belleza, al no tener himen, los pretendientes la rechazaban en cuanto Sálem les contaba el suceso de la violación.
Un día llegó al pueblo un hombre que la quiso y la aceptó, ya que no la consideró culpable de lo sucedido.

Al-Uddaysat 2006
Yo soy Mariam, hoy es miércoles 18 de enero, la noche de la epifanía. Ahora soy abuela, tengo 62 años. Estaba durmiendo en casa y se ha cortado la electricidad, eran alrededor de las siete de la tarde cuando he oído un grito en el exterior, he salido para ver lo que pasaba y he visto a las mujeres de Darb an-Nasara gritando: «¡Ayúdanos, Virgen! ¡Ayúdanos!». Había soldados y vi fuego en una de las casas. Todos gritaban mientras el fuego se extendía. Allí había unos musulmanes que llevaban queroseno y gasoil en botellas, supe lo que contenían porque hasta mi ropa olía a queroseno. Vi a dos policías y a un soldado pegando a mujeres cristianas. Una de las mujeres me gritó diciendo que los musulmanes intentaban quemar la iglesia porque seguía sin permiso y los soldados estaban apoyando a los musulmanes porque según los papeles oficiales este lugar debía ser sólo un centro de acogida y no un lugar de oración. Corrí hacia la iglesia que ya estaba ardiendo, a su alrededor había personas que la estaban incendiando desde las casas donde viven los musulmanes en el lado oeste, nosotros intentábamos apagarlo pero vinieron dos personas que me golpearon en el brazo izquierdo, caí y les grité que no dejaría arder la iglesia aunque muriese. A mi nieta que volvía de clase la interceptaron unos niños musulmanes que chillaban: «¡Hemos quemado la iglesia!».
Días más tarde, unos familiares vinieron al pueblo para darnos el pésame por la muerte de un nieto de cuatro años que murió esa noche por el fuego; les echaron dos veces del pueblo y también se quedaron con los animales de mis hijos.
¿Dónde quedaron aquellos días pasados cuando no había diferencia entre un copto y un musulmán?...
Buenas tardes, Fátima.

(Si vivimos, vivimos para Dios y si morimos, morimos para Dios. Vivos o muertos, pertenecemos a Dios).

Qaná 2008
El París de la meseta, como se lo conoce hoy en día.
Sálem sigue visitando constantemente la tumba de su hija fallecida, especialmente después de que fallecieran sus padres, quienes exigieron ser enterrados en la misma tumba que Fátima, su primera nieta, en el cementerio de Al-Uddaysat.
En cuanto al jeque Mahmud, un día lo encontraron muerto debajo del pasaje cubierto, ocurrió después de volver de la oración del alba. Algunos dijeron que fue Sálem quien lo mató.
Dos años después murió Altaf, quemada. No se supo si se suicidó echándose un litro de kas sobre la ropa y prendiéndose fuego o si la lámpara explotó y la mató… En cuanto a la madre de Altaf, que hoy tendría ya casi 100 años, se dice que se volvió loca y que iba mendigando por los barrios de Al-Uddaysat desde lo que les sucedió a su marido y a su hija.
La tía Fátima dio a luz a tres chicas y a la primera la llamó Mariam. Insistió en que se educasen para no encontrarse con un destino similar al suyo.
Sálem, que Dios bendiga a su mujer, tuvo cinco hijos con ella, tres niños y dos niñas…
Yo soy la menor de ellos. Me llamo Fátima.




الأربعاء، 24 أكتوبر 2012

كيس بلاستيك

فى بداية شهر أكتوبر ٢٠١٢ قمت بحضور مهرجان بالى للكتاب فى إندونيسيا.. شاركت فى الكثير من الحوارات والنقاشات مع عدد كبير من الكتاب من مختلف أنحاء العالم.. ولكن التجربة التى لا تنسى هى ورشة عمل مع عدد من الأطفال الإندونيسين فى المكتبة.. حيث لا نتحدث أى لغة مشتركة - طالبت الفريق المنظم للمهرجان بضرورة وجود مترجم - وكانت التيمة الرئيسية للورشة هى كيفية أستخدام المواد المهملة فى حياتنا لكى نحكى حكاية ما .. أياً كانت الحكاية.ِ. فجميعنا لدينا حكايات لا تنتهى.. وقامت الورشة على إستخدام كيس القمامة البلاستيك ليحكى كل منا حكاية ما واليكم الصور












الرحلة برعاية صندوق روبيرتو شيميتا

الخميس، 11 أكتوبر 2012

عرض حكى "هايدى" - للأطفال من سن ٧ - ٧٠ سنة


أدعوكم لحضور عرض حكى "هايدى" عن قصة الكاتب "بيتر شتام" بمسرح روابط أيام ١٥ - ١٦ - ١٧ أكتوبر ٢٠١٢- العرض ترويه عبير سليمان - موسيقى أحمد الصاوى - عرائس هانى المصرى - إخراج محمد الصعيدى

الجمعة، 10 أغسطس 2012

عرض حكى "آخر ليالى شهرزاد"

فى إنتظاركم اليوم الجمعة ١٠ أغسطس ٢٠١٢ فى سوق الفسطاط - بجوار جامع عمرو ابن العاص - فى تمام العاشرة مساءاً - لأحكى لكم "آخر ليالى شهرزاد" بمصاحبة الفنان الشعبى "سيد إمام"

الأحد، 1 يناير 2012

دعوة لحضور عرض حكى "هايدى" فى مسرح روابط - ١٥-١٧ يناير ٢٠١٢ - ٦ مساءاً



Heidi
Invitation 
Storytelling Performance.

The storyteller tells us the story of a little girl "Heidi" who lived with her grandfather, "Sheikh Saleh" in the mountain and what happened when her aunt "Salma" came to take her away to live with a rich family in a faraway city.

How was "Heidi's" relationship with her new friend "Nour"? Why did she refused to stay in the city? What kind of adventures did she have when she decided to go back to the mountain? How did she learn to read and write?

We will know the wonderful details from "Abeer Soliman" in a storytelling  evening addressed to children and all those concerned with the rights of children to obtain knowledge and their right of choice and a decent life.

Story character puppets designed by "Hani El-Masri," Story scenes projections designed by "Walid Fathi". Soundtrack and song music by "Ahmed El Sawy,". Heidi is directed by "Mohammad Saeedi" and Sponsored by Prohelvetia.

From 15th to 17th of January 2012 - Rawabet Theater - 6:00 PM


هايدى
دعوة لحضور عرض حكى





تحكى لنا الراوية عن الطفلة الصغيرة "هايدىالتى كانت تعيش فى رعاية جدها "الشيخ صالحالمعتكف فى الجبل ثم تأخذها خالتها "سلمىلتعيش مع عائلة ترعاها فى مدينة بعيدة
كيف كانت علاقة "هايدىبصديقتها "نور"؟ ولماذا رفضت البقاء فى المدينة؟ وما هى المغامرات التى قامت بها حتى تتمكن من العودة الى الجبل؟ وكيف تعلمت القراءة والكتابة؟
سنعرف التفاصيل كاملة من الراوية "عبير سليمان" فى قصة موجهة للأطفال ولمن يدافعون عن الطفولة وحقها فى المعرفة والإختيار والحياة الكريمة
يتضمن العرض عرائس من تصميم "هانى المصرى"  - رسوم "وليد فتحى" - موسيقى  "أحمد الصاوى.. الإخراج "محمد الصعيدى" 
هايدى" برعاية مؤسسة بروهلفتسيا"

مواعيد العرض - ١٥ -١٦ - ١٧ يناير - مسرح روابط - بجوار جاليرى التاون هاوس - فى تمام الساعة السادسة مساءاً.





الجمعة، 28 يناير 2011

Call for Peaceful Demonstration



For all Egyptians, Arabs and Human Rights Activists all over the world (who are living outside Egypt).. We call for a peaceful demonstrations in front of Egyptian embassies in every possible country on Sunday morning 30th of January at 12:00 pm.. Pls. spread the word to Everyone you know.. Internet, Mobiles, SMS and all communications are disrupted in Egypt.. Pls. Help Egyptians to call for their rights

الثلاثاء، 26 أكتوبر 2010

امرأة الجدران الأربعة






هاتفها ذات ليلة.. وكانت كزهرة بنفسج من القطيفة.. حزينة وناعمة.... وكان هو منتعشاً.. رائق البال كعصفور مكتمل الريش بهى الألوان.. صرحت عن مزاجها الأزرق.. فأبلغها أنه ربما يخرج مع أصحابه تلك الليلة.. وسيهاتفها لاحقاً.. أغلقت الهاتف ولم تنتظر مكالمته ..

رن التليفون.. لكن بعد أربع منتصفات ليالى متوالية..ظهر اسمه.. سمعت صوته يبلغها أنه سيمر عليها بعد الدوام..

فى منتصف الليلة الخامسة طرق باب شقتها.. توجه الى شرفتها المطلة على نيل القاهرة.. وأشعل سيجارة بعد الأخرى.. هى ليست مدخنة ولكنها تشاركه دخانه عندما ينفثه فى حياتها.. ينفثه فى فراغ شقتها الواسعة ربما كل عشر ليالى عندما يمر عليها بعد سابقة إنذار لا تتعدى بضعة ساعات.

الغريب حقاً أنه يجدها فى كل مرة حتى وإن لم تكن موجودة.. حتى فى شرودها تسمح له بالدخول الى حيزها الواسع.. شديد الضيق عليها..
هل تحبه؟

هى لا تعتقد أنها مازالت مغرمة به غرام السنوات الأولى عندما كانت صغيرة جداً وكان هو يكبرها ببعض الخطوات.. حينها كانت مولعة به.. تتذكر عندما كانت تدخل بيته الصغير كطفلة عاشقة للملاهى.. تمسك ألوانه وتبعثرها على جسدها.. تضم بفرشاته خصلات شعرها القصير.. تصلح له جهاز التلفاز.. ليجلسا أمام فيلم الكرتون كطفلين رفضا الواقع وإختارا سوياً حياة إفتراضية ليس لها أى صلة بالواقع.

بعد أن ملت عدم مسؤوليته.. إفترقا.. هربت من كونها مجرد ظل لرجل الألوان.. ملت إنتظارها أن تشاركه بهجة الحياة خارج جدرانه الأربع التى لها لون سن الفيل ..

هى هربت.. ورفضته.. وبقيت بقايا ألوانه عالقة بين أظافرها.... ب

عد مرور زمنى طويل.. إحترفت هى الألوان.. ووجدته بينما كانت تنقض عنها غبار رماد علق بألوانها الناعمة الحزينة.. فاقتربت منه كى تنفض عنه غباره لتكتشف أنه صار باهتاً غير ذى لمعة
.
أقترب لأنه يعشق الإستماع اليها.. يرنو لصحبتها التى دائماً ما يدعى أنها الصُحبة المفضلة لديه.. طالما قال لها أنها واحته الخضراء.. يأتى اليها كلما أراد ظلاً.. لكنها لا تريد الأخضر وحده.. ودائماً تسأل "ماذا عن باقى الألوان؟

هى كانت تبحث فيه عمن يصطحبها للقمر.. ويعود بها الى الأرض فى سفينة قوس قزح.. أرادت إحساس الألوان جميعها... هذه المرة هى لا تريد أن تترقى من امرأة جدرانه الأربع الى سيدة الجدران الأربع التى يأتى اليها كلما أراد جرعة ماء دون أن يشاركها مغامراته البرية..

ولكن الى متى كان الصبر؟ لقد أقصته من قبل لطفولته.. فهل من جديد؟!

فى حانة .. ذات ليلة.. وجدها وقد فرت من الجدران الأربع.. فهرب لأنه لم يعد يحتمل ألوانها الصاخبة.

الأربعاء، 11 أغسطس 2010

ليلة من ألف ليلة




أدعوكم لحضور عرض حكى "ليلة من ألف ليلة" يوم ٢١ أغسطس فى تمام الساعة العاشرة والنصف فى درب ١٧١٨
فى "ليلة من ألف ليلة" تحكى عبير سليمان عن " صنعان الجمال" و"جمصة البلطى" و"عبدالله الحمال".. فى إمتداداً جديداً لحكايات ألف ليلة وليلة له نفس رائحتها وأشكالها ولكن بطعم الحاضر الملموس ونبؤات المستقبل القريب. تجول الراوية فى أجواء أفكار وتساؤلات وإفتراضات مختلفة عن القصة التراثية المعروفة، فماذا بعد حواديت شهرزاد؟ وماذا وراء هذه الحكايات؟ وكيف هو حال شهريار حاكم البلاد؟ كيف يحكم البلاد؟ وماذا عن رجال الدولة؟ بل كيف هو حال الرعايا فى ظل الحكم المستبد لهؤلاء؟ وماهو تأثير أفاعيل الجن والعفاريت على تغير مسار الشخصيات والأحداث.


ليلة من ألف ليلة هى عرض حكى مأخوذ عن رواية "ليالى ألف ليلة" للكاتب العالمى نجيب محفوظ.. يهدف الى إحياء أدب الحكى الذى يختفى من الساحة الثقافية العربية..

ستقوم بالحكى الكاتبة والراوية عبير سليمان.. سيصاحب العرض عزف لـ الربابة والكولة والطبلة مع غناء المواويل بصوت الفنان الشعبى سيد إمام

خريطة الوصول الى درب١٧١٨:

http://www.darb1718.com/Pages/ShowPage.aspx?pageid=36

الاثنين، 24 مايو 2010

السينمائى



أصدقائى الأعزاء...

أدعوكم لحضور عرض حكى بعنوان "السينمائى" للكاتب الكبير "مكاوى سعيد" حكى عبير سليمان غناء وعزف كولة وغناء المطرب الشعبى "سيد إمام" وذلك فى إطار حفل توقيع كتاب "مقتنيات وسط البلد" للكاتب مكاوى سعيد بمكتبة ديوان الزمالك يوم الخميس المقبل ٢٧ مايو ٢٠١٠ فى تمام الساعة الثامنة مساءاً.

فى إنتظاركم جميعاً

عبير سليمان

الأحد، 2 مايو 2010

قتلة بالفطرة



أصدقائى...

أدعوكم لحضور عرض حكى بعنوان " قتلة بالفطرة" النص للكاتب الكبير "مكاوى سعيد". تقوم بالحكى عبير سليمان يقوم بالغناء والعزف على الكوله الفنان الشعبى "سيد إمام" وذلك فى إطار حفل توقيع كتاب "مقتنيات وسط البلد" للكاتب "مكاوى سعيد" فى مكتبة الشروق بالمهندسين يوم ٢٠ مايو ٢٠١٠ فى تمام الساعة الثامنة

ننتظر حضوركم


السبت، 17 أبريل 2010

My Name is Fattemah



Al Odaysat in 1959. I'm Fatmah, Salim's sister. 15 years of age. My tragedy started when I met my brother's ex-wife, Altaaf, under the roofed passage within the entrance of Al Odaysat village on my way to my friend Mariam in Al Nasara Lane. I happened to meet Altaaf weeping, with her eyes full of tears, lamenting what my brother had done to her. He had divorced her a week before and that was the first case of divorce in the village. Although it's permitted by Islamic Shari'a, divorce in Upper Egypt is one of the acts prohibited by social traditions: "divorce is deemed the most resented act permitted by Allah."
Altaaf has become the talk of the villagers. So I sympathised with her, embraced her and wiped away her tormented tears. She asked me to escort her to her father's house as she couldn't find her way alone as her eyes were full of tears. I immediately agreed to her request, as she was helpless. At the door, I was about to leave when Altaaf fell to the ground unconscious. I screamed as loudly as I could, calling out to the inhabitants of the house. Then Sheikh Mahmoud and his wife, Altaaf's parents, came out and carried her into the house. I helped them to put her on her bed. As soon as we got into the room and Altaaf was lying on her bed, she opened her eyes, raised her right eyelid, and a ridiculous smile appeared on her lips. I looked at Sheikh Mahmoud and saw that he was closing the door and was about to take off his clothes, whereas Altaaf's mother had taken me in her arms, stripping my clothes off. I can hardly remember what happened next.
I'm Mariam, Fatma's friend. We were born on the same day, and this united our two families. We grew up together and shared everything: toys, clothing, food, interests... So we closely resembled each other in all. We never left each other except on Sundays. I'm a Christian whereas Fatmah is a Muslim. I used to go with my family every Sunday to the church of the Saints' Monastery on Al Tawd Mountain in the Eastern Bank of Luxor. Christians from 14 villages affiliated to Luxor –, that is to say more than 1300 Christian families, used to go there to say their prayers as there was nowhere but the Saints' Monastery to do so. Thus more than eight thousand Christian people used to cover several kilometres to pray, baptise their children and hold the marriage ceremonies of their sons and daughters as well as saying prayers for their dead. Both Fatmah and I dreamed of having a church built one day, so as to never be separated.
I'm Salim, born in 1938 to a poor family from Upper Egypt. I spent my childhood and my youth in Al Odaysat with my father, my mother and my only sister, Fatmah, who is five years younger than me. She was such a lovely girl that I loved her to bits. For me, she was the source of my life. Her smile was so tender and affectionate that it could relieve the woes and misfortunes of the whole universe. My mother had the upper hand at home as was the case with most women in Upper Egypt –; my father's presence at home was merely honorary. Nevertheless, my mother was careful to show off my father as a powerful man and dominant at home. I was the only one educated of all family members. I had been determined, since my childhood, to complete my education. I got a place at Al Azhar University and soon left for Cairo. Every year, I used to spend my summer holiday with my family in Al Odaysat where my first love, Mariam, lived. She was Malak's niece, and she was my and Fatma's friend when we were children. Though Christian people inhabited an area called Al Nasara Route or Al Nasara Lane, you found that all houses in the village wherever you went were wide open to receive everyone. We, as children, used to play "hopscotch" at the entrance of Al Nasara Route, which was just a narrow street of six meters wide. Since then, my love for Mariam has always been deep-rooted in my heart and nourished my soul. Yet, I’ve never been able to reveal my love, even to myself. Mariam is a Christian, and no one would ever accept this prohibited love.
I was seventeen years of age when I met Altaaf during my annual visit. She was a young girl from Upper Egypt. I wonder what happened to me when I looked at her eyes. I was swept with strong feelings that I couldn't explain. I rushed over to my mother and asked her to let me marry her. At the time, young people used to get married when they were fourteen years old. Yet, I was shocked when my mother refused my request. She told me openly that she wasn’t against my marriage at all; she was only against the people of that family. That was all she said. She objected to the idea and was determined not to let me marry her. However, as I was stubborn like my mother, I was determined to get married to Altaaf. I wish I had listened to my mother and taken her advice because my marriage to Altaaf was the beginning of the tragedy of my sister, Fatmah.
I'm Altaaf, Salim's wife, and Sheikh Mahmoud’s daughter. My father was not sheikh in the sense the word may imply. He didn't study the Islamic sciences at all. He was only called "sheikh" because he was well-known for his acts of magic, not only in Al Odaysat village but in the whole of Upper Egypt. Many people would come and ask for his advice and help; for example, some women would go to him and report that their husbands were incapable of sexual relations as a way of revenge on them in case those men decided to get married to other women. This was the only way to stop a husband having a normal sexual life with his new wife. From then on he would only be able to have a normal sexual life with the avenged wife.
I really admired Salim but he was beyond reach. He was the only university graduate in Al Odaysat village. I didn’t even dream of getting married to him. As my mother had great experience of life, and she well-understood men, she encouraged me and told me that my father had prepared a "black magic deed" for Salim so that I could get him close to me and get married to him. In the summer of 1955, my mother asked me to go to the roofed passage at the entrance of the village to buy her some kerosene – known as gas – necessary to light the house. On my way back home, I met Salim; I got confused and dropped the kerosene bottle. He got closer to help me and perhaps to talk to me. Two nights later, someone knocked at the door. It was Salim who came to ask my father for my hand. He was in a hurry to have the marriage ceremony before the summer holiday ended. We knew that his family was against our marriage, but my father was determined not to break our hearts. I got married to Salim and we both lived in a room in my father's house. A year later, God blessed us with a nice baby girl and Salim was determined to name her after his sister Fatmah... If only he hadn't, as she was affected by the curse of that name.
I'm Fatmah, Salim's daughter. I was named after my dear aunt, who my father adored. My mother and my grandmother used to call me a "bad girl". I knew that they didn't like my aunt at all. That wasn’t because of any shortcoming of my aunt but because my father loved and adored her, and because she embodied my father’s love of his family who opposed his marriage to my mother. Besides, she was Mariam's friend and my mother felt that my father loved her dearly and secretly. I used to see my aunt Fatmah. Occasionally she came to see us, without her mother's knowledge, especially when father was away studying at the university.
Now I'm three years old. Father’s in Cairo. Mother and grandmother are busy doing some housework, and grandfather’s shaving. He’s got a small mirror in front of him. There’s a glass of lukewarm water. He’s got some shaving cream on his chin and is rubbing it with his wet fingers in a semi-circle movement to make a thick foam. Then he scrapes it with an old rusted blade which he dips into a glass of water to clean. I frequently watch my grandfather while he is shaving, with the transparent glass full of clear water and those tiny hairs floating on top. I will soon try this gigantic drink; I wondered how it would taste… After he has shaved, my grandfather changes his clothes to get ready to leave, and then I hurry to drink the content of the glass.
My wife Altaaf telephoned me to tell me about our daughter's death. I left my studies at the university and hurried to Al Odaysat in order to bury my kid who wasn't even three years old. I was grief-stricken and it tasted as bitter as a colocynth. I became angry with my wife and her family. If they hadn’t been so negligent, Fatmah wouldn't have died and I wouldn't have met such a tragic end… When I looked at Altaaf, I remembered my dead daughter. All my feelings towards her had died. It was her fault that I had lost my family and I had lost everything. What made me even angrier was what people said in Al Odaysat. They whispered to each other secretly that I was a victim of the "black magic" performed by Sheikh Mahmoud, Altaaf's father. Now there was nothing binding me to her anymore. Feelings and sentiments were completely dead and defunct... My daughter was not alive anymore. Therefore, I irrevocably divorced Altaaf and rushed to my mother to bury my sorrow and sadness in her arms.

I'm Fatmah, Salim's sister. I opened my eyes to see myself lying under the roofed passage with my clothes completely torn up. The last thing I could remember was Sheikh Mahmoud trying to rape me with the help of his wife and daughter. They had raped me to avenge their daughter's divorce from my brother. They wanted to defile my family's name in order to shame my brother and father in Al Odaysat. People gathered around me. I was semi-conscious ... I heard them calling for revenge... I hurried as fast as I could to hide myself in Mariam’s house at Al Nasara Route, but there was no one in the house. I ran to the church of Al Odaysat which had been recently built without permission. I knocked at the wooden door and soon uncle Morqos, the night watchman, opened it and let me in when he saw my torn clothes and my state which reflected the enormity of my distress in spite of the fact that Muslims aren't allowed to go beyond the mud fence surrounding the church. That was the first time I saw the church from inside. Uncle Morqos made me sit in one of the chairs of the nave, right in front of the one assigned to the bishop. The floor was covered with flagstones whereas the roof was made of wooden boards. There, in front of me, I noticed the three altars: the one of the Virgin Mary, the one of Samuel and the one of the Martyr with two Swords. They corresponded to Mariam’s description which I had in my head. I saw Mariam running towards me. When she looked in my eyes she embraced me and burst into tears. When I had told her what had happened, she sheltered me in the reception hall of the Christians – the church courtyard – that was right in front of the church.
I'm Mahmoud… Some people would call me a charlatan… Others would call me Sheikh Mahmoud… I'm a blessed man and I don't care that people from Al Odaysat dislike me. What I really care about is the fact that people fear me… All are scared of me… but to be more accurate, I would say that people avoid my evil deeds thinking that I'm in contact with the worlds of Jin and spirits. I married off my only daughter to a jobless educated fellow with no income… I offered him a room in my house. For four years, I covered his, his wife’s and his child’s needs and expenses. The only result was that this ignoble man divorced my daughter!! Divorce in Upper Egypt is disgrace and scandal… My daughter is now known as "the divorced woman." No one would ever marry a "divorced woman". Such shame! Yes. That cockroach had exposed me… I would take revenge for my dignity and the prestige I had lost in Al Odaysat… I would rape his sister and disgrace her… I knew how much he adored her and I would bury his head in the mud… I didn’t care about the consequences. All the villagers were afraid of me. What would they care about the disgrace of this whore, Fatmah? That whore who couldn't keep her virginity. And Salim wouldn’t have the courage to report it to the police because Upper Egyptians have their own laws and traditions and wouldn't let the police interfere in settling their own differences. Even if he did, I would deny the accusation and say that she was the one who seduced me.
Once I heard what happened to my sister, I decided to give up my university studies. I had to go back to protect Fatmah from her fate… It was all because of me… She wouldn't have been raped if it hadn’t been for me! She wouldn't have been at the mercy of Al Odaysat people who called for her to be killed if I hadn’t been away from her. Fatmah wouldn't have suffered all this pain if I hadn’t been married to Altaaf. I persuaded my father and my mother, who supported me, that I was the one who should have been blamed for all this, but I would take revenge by killing Sheikh Mahmoud. I had already bought a gun and some bullets with all the money I had. I waited for him at the entrance of the village to kill him because he had raped my sister and deprived her of the most precious thing she had ever owned and he had taken my family's honour and dignity in the eyes of the village people. I waited many hours while he was supposed to be performing the five prayers at the mosque. But the ignoble dog was expecting my reaction. So he stayed at home with the door and the windows shut. I continued waiting until the church priest saw me and realised what I was going to do. He calmed me down and said:
"You lost your daughter, your wife and your studies; your sister is not a virgin anymore; and your family lost its honour and dignity. Your sister hasn’t been killed; she’s still alive thanks to your support. Do you want her to lose you forever when you are imprisoned because of killing that charlatan?! Stand up, my dear son, and pray to God so that he can show you the right path."
After hearing the priest’s advice and after supplicating to God, Salim turned away from killing Sheikh Mahmoud. However, he decided to leave Al Odaysat with his family forever. They wouldn’t be able to face people unless Salim or his father killed Fatmah. Everyone regarded her as a prostitute and demanded that she be killed. Even if Al Odaysat’s people tried to forget that scandal, no Upper Egyptian would accept marrying Fatmah in such a state. So they emigrated to Quena and Salim refused to complete his studies and leave his family again. Many years passed, and Salim worked for a government body. He did his best to make his family happy, particularly his little Fatmah, and to compensate them for the pain they had suffered for so long.
In 1970, Salim got married to an Upper Egyptian woman from Quena. He told her his story, and she cared for Fatmah and his very old parents. The wife tried to find Fatmah a partner, but as she was no longer a virgin, despite her fascinating charm, potential fiancés refused to proceed with the engagement after Salim told them what had happened. One day fate provided Fatmah with a chance when a person who loved her agreed to marry her as he did not regard her as being guilty.
Al Odaysat 2006: My name is Mariam. Today’s Wednesday, 18th January, coinciding with epiphany night. I’m a grandmother now and I’m sixty-two years old. I was asleep at home and it was about 7pm when the lights went out all through the village. Then, I heard screaming outside. When I went out to find out what had happened, I found women in the Al Nasara Route shouting: "Oh, help us Virgin Mary! Help us Virgin Mary!" There were soldiers and I saw fire in one of the houses. Everyone was screaming as fire spread further. There were some Muslims holding bottles of kerosene and oil. I knew because I could smell it on my clothes. I saw two guards and a soldier beating some Christian women. One of the women shouted to me that the Muslims had tried to burn the church as it hadn't been granted a licence. The soldiers supported the Muslims as the formal documentation indicated that the place was a guesthouse and not a place of worship. I ran towards the church which I found burning and there were people throwing fire torches towards the west where Muslim houses stood. We were busy extinguishing the fire. At that point two other people came and hit my left arm and I fell down to the ground and cried (I would never let the Church get burned even if I lost my life). When my daughter’s daughter came back after her private lesson, some Muslim children teased her and said to her: "We’ve burned the Church." When some of our relatives came to express their sympathy to us, since my son's son who was not even four years old had died in the fire, the Muslims drove them away twice from the village in an attempt to send them back home. In addition, my sons' cattle were stolen. What a pity! If only the old days, when there was no difference between a Muslim and a Coptic, would come again! Good night, Fatmah!
(If we live, we do so for the sake of God! If we die, we do so for the sake of God! Living or dying, God is our destiny)
Quena 2008. Upper Egypt's City of Light as they call it now. Salim still visits his mother's tomb, especially after the death of his parents who insisted on being buried in the same tomb as their first granddaughter – Fatmah in Al Odaysat. One day Sheikh Mahmoud was found murdered under a roofed passage on his way back home after dawn prayers. Some people rumoured that Salim was the murderer. Two years later, Altaaf was burned to death. No one knew whether she had burned herself by pouring a litre of kerosene over her body and setting light to herself, or whether the kerosene stove had exploded in her face! Altaaf's mother, who was nearly one hundred years old, was said to be a lunatic, asking alms within Al Odaysat quarters since she had lost her husband and daughter!
As for aunt Fatmah, she gave birth to three girls, the eldest is Mariam. She insisted on educating them so that they wouldn’t face the same fate as her. As did Salim; God blessed his wife and she gave birth to five children, three boys and two girls. I’m the youngest of them and my name is Fatmah.